Por: Hubert Land y Steven van Breemen.
En el caso de una niebla baja, la causada por el rocÃo, no hay grandes problemas para las palomas siempre y cuando puedan volar por encima de ella y ver el sol. En el caso de la niebla normal las palomas se deben mantener dentro del transporte hasta el momento en que haya desaparecido totalmente. La niebla hace las mismas cosas que las nubes: bloquea el elemento natural que las palomas necesitan para volar.
El humo y la polución durante los dÃas cálidos de verano sin viento y los gases de los caños de escape en las zonas urbanas cerca de muchas autopistas con mucho tráfico hacen el mismo efecto. Cuando las palomas los haya experimentado tratará de evitar estas áreas.
Las palomas también evitarán, durante el verano, los grandes lagos y las playas arenosas. El agua y la arena reflejan la luz del sol. Especialmente los pichones se estresan mucho con esto y se alejan lo más posible de estos fenómenos. Esto pasa todos los años en la parte de Holanda cerca de Het Veluwemeer. Este gran lago con sus playas de arena blanca está situada justo en la lÃnea de vuelo de varias asociaciones del norte. Lo que sucede todos los años con las palomas que están casi llegando de vuelta en esa área, es que se estresan mucho y son llevadas por los grandes grupos de palomas que pasan yendo hacia el norte. Entonces vuelan mucho más lejos y debido a que están cansadas ya no pueden volver. La solución para esta área fue la de hacer sueltas a la tardecita. En el momento en que la actividad del sol era menor y ya no habÃa grupos de palomas pasando hacia el norte.
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